GRACIAS CÁDIZ. Con estas dos palabras queremos resumir todo lo sentido este histórico e irrepetible fin de semana. No podíamos imaginar la maravillosa acogida que nos ha brindado la ciudad de Cádiz. Desde estas líneas queremos dar las GRACIAS a todos los gaditanos. Gracias a sus cofradías y hermandades. A la hermandad de la Humildad y Paciencia de Cádiz por su recibimiento, por estar ahí y por ese maravilloso grabado del siglo XIX de su Cristo de la Humildad y Paciencia. A todas las hermandades que radican en San Francisco; Jesús Caído, Nazareno del Amor y a su amabilísimo hermano Rafael, y en especial a la Cofradía de la Vera-Cruz, gracias por todo y por ser tan atentos. Gracias a la Comunidad de Frailes Franciscanos, en especial al Padre Ramón, por habernos hecho sentir como en nuestra casa. Gracias a la hermandad del Ecce-Homo, que nos abrió las puertas de su templo al paso de Nuestro Padre Jesús de la Humildad y Paciencia, donde vivimos uno de los momentos más emotivos de la noche. Gracias a la Hermandad de Medinaceli, por el detalle que tuvieron al paso de nuestra Cofradía por su casa de Hermandad, esos inesperados vasos de agua nos vinieron a todos como lluvia del cielo en tan calurosa noche. Y sobre todo, gracias a todos esos gaditanos anónimos que se han acercado a San Francisco a contemplar al Señor de la Humildad y Paciencia y a verlo pasar por sus calles, gracias por vuestro cariño y por habernos hecho sentir tan queridos. Un millón de gracias, nos llevamos un trocito de Cádiz en nuestros corazones. Que el Señor de la Humildad y Paciencia os bendigan.
